lunes, 22 de febrero de 2021

100 PELICULAS CRISTIANAS. El libro del Pater . Fernando Alonso Barahona

 




 

   Jose María Pérez Chaves, cinéfilo y sacerdote , popular en redes sociales  como @paterjm ha publicado en HOMO LEGENS un extraordinario libro  : Cien películas cristianas .

https://homolegens.com/libro/100-peliculas-cristianas/

 

“ Y entonces descubrí algo inesperado y acaso aún más interesante ; que puede haber una “ antropología cinematográfica “ , porque el cine es , con métodos propios , con recursos de los que hasta ahora no se había dispuesto , un análisis del hombre , una indagación de la vida humana “

JULIAN MARIAS  (Discurso de la toma de posesión como académico , dela Real Academia de Bellas Artes de San Fernando . 16, diciembre 1990 )

   En mi ensayo Antropología del cine (CILEH 1991 ) intenté desarrollar esa fascinante ruta abierta por Marías en Imagen de la vida humana . Y la trascendencia, la personeidad, el cine como escorzo de la vida humana y la religión forman parte esencial de ese núcleo que es nuestra propia vida .

     La influencia del cine sobre la imaginación y la inteligencia contemporáneas no puede exagerarse. De ahí la importancia de la existencia de películas cristianas , reza la presentación del libro, y así  es desde luego  . El  «páter cinéfilo» vuelca su visión sobre cien títulos recomendables para un cristiano. De cada uno de ellos no sólo detalla toda la información técnica y cinematográfica sino que señala la enseñanza moral y teológica que nos ofrece. Este es uno de sus principales hallazgos; junto a la presentación de la película – a menudo desde una óptica personal y con datos novedosos – el autor reflexiona en Qué podemos aprender de ella , de tal modo que el recuerdo cinematográfico adquiere una relevancia específica para la fe . Estamos ante un libro de cine y ante un libro cristiano que compatibiliza perfectamente ambas visiones y no reniega de ninguna de ellas . 

   El padre Jose María selecciona cien películas sin duda muy interesantes y ordenadas cronológicamente, desde Vida y pasión de Jesucristo (1907) (Ferdinand Zecca ) hasta Unnplanned 2019 de Chuck Konkelman y Cary Solomon ).  Es cierto que el cine de las ultimas décadas tal vez se encuentre un tanto por encima de su auténtica representación, en detrimento del gran cine clásico . Creo que hay muchas más visión cristiana en las grandes películas del período 1925-1965 que en las posteriores . Pero a cambio el libro descubre, desmenuza y recomienda numerosos títulos no demasiado conocidos por el gran público – algunos de ellos fuera de los canales mediáticos habituales – lo que sin duda es un motivo de interés y conocimiento.  (El cielo es real, Llena de gracia, Prueba de fuego, Natividad , Guadalupe el milagro ….)



 Además, el autor  ha tenido el acierto de añadir al final una relación ampliada de películas cristianas para que el panorama sea lo más completo posible . Y allí encontramos obras maestras como El signo de la cruz (De Mille  1932 ) , Las campanas de Santa María  (McCarey 1946 ) , El fugitivo (Ford 1947 ),  LA guerra de Dios (Gil 1953 ) o La herida luminosa (Demichelli 1956 ). Mención especial para la eterna Los Diez Mandamientos (Cecil B de Mille 1956 ). Su carácter religioso fue inequívocamente proclamado en 1959, cuando la Semana Internacional de Cine Religioso de Valladolid la consideró como el máximo esfuerzo del cine para difundir la palabra de Dios.

Como señaló, con acierto el padre Carlos María Staehlin, , el núcleo temático de la película es una intervención directa, visible y palpable de lo divino en lo humano, desde la zarza ardiendo que sorprende y atrae a Moisés hasta el paso del mar Rojo o la entrega de los mandamientos.



  Y aun echaríamos de menos San Francisco, de W.S Van Dyke con escenas inolvidables como la conversión del personaje de Clark Gable . Le dice al sacerdote amigo de la infancia (Tracy ) mientras escucha ee Nearer my God to thee cantado por Jeanette MacDonald : “ Quiero dar las gracias a Dios . Qué tengo que hacer ¿ “ . A lo que el cura le responde : “Lo que sienta tu corazón “ .

  Y otras interesantes como El angel vestido de rojo, 1960 de Nunnally Johnson o Salomon y la reina de Saba, 1959 de King Vidor . 

     La descripción de las fichas con cada película es extraordinaria.



Títulos como Rey de Reyes , La pasión de Cristo- espléndido el texto sobre la película de Mel Gibson -  La señora de Fatima, Ordet, Proceso a Jesus-  muy interesante el análisis de la obra de Fabbri llevada al cine por Saenz de Heredia -  Ben Hur, Que verde era mi valle, Quo Vadis , Balarrasa, El Judas, Carros de fuego ,  Que bello es vivir -la obra maestra de Capra -   Dersu Uzala -magníficamente explicada o Hermano sol Hermana luna  de Zeffirelli , desfilan ante nuestros ojos cobrando una nueva vida . Ya ha quedado apuntado que el autor destaca no solo aspectos cinéfilos sino también literarios ( la génesis de la novela de Lew Wallace Ben Hur ), sociales, históricos – excelente De un país lejano -  o profundamente religiosos




El libro incluye adecuada representación de las numerosas películas cristianas – y de calidad- del cine clásico español , algo que hoy parece perdido en el panorama contemporáneo de nuestra producción cinematográfica .




Antológica la entrada de Yo confieso de Hitchcock, o Tierras de penumbra ( sobre el gran CS Lewis ) , Y muchas más, casi todas en realidad .   Y a todo ello se une la parte de auténtica catequesis al hacernos reflexionar sobre cada película y su enseñanza para la fe, para la vida. Los textos del Evangelio , las palabras de San Juan Pablo II , la enseñanza de Pio XII ( cuando le dice a Rafael Gil que su película La señora de Fatima hara más por la fe que muchos sermones desde los púlpitos , Kierkegard ( en el corazón de Ordet ) .. cine, literatura, teología , filosofía, todo forma un complejo y apasionante edificio intelectual y a la vez emotivo en las páginas de 100  películas cristianas .




  Si el libro contuviera series de TV ( objeto de otro libro sin duda ) hubiera de referir el extraordinario episodio de Walker Texas Ranger  , A matter of faith ” , historia en la Navidad en la que no solo se relata la regeneración de un grupo de jóvenes rescatados de las bandas, o se exalta el espíritu de la Navidad, sino que se describe un milagro explícito . Varias acciones paralelas que se fusionan en torno a una estrella ,  una oración, y al propio Walker (Chuck Norris ) deteniendo el enfrentamiento entre dos jóvenes mediante las palabras de Jesús en la Cruz sobre el perdón (Evangelio de San Lucas ).

http://www.imdb.com/title/tt0106168/

 

 El apéndice sobre las películas recomendadas por el Pontificio Consejo para las comunicaciones sociales es revelador de la necesidad de que también en ese ámbito prenda la cinefilia . Entre los títulos con valores artísticos se ausentan los mejores Ford, Hawks, Hitchcock , Vidor o De Mille  y se cuela el 2001 o la – por otra parte notable – insolita Las cuatro hermanitas , de Cukor .  Por otra parte al destacar películas con valores cristianos se continua el criterio convencional de los años sesenta y setenta .  Quedan atrás películas maravillosas y sinceras como Jesus de Nazaret de Zefirrelli o La historia más grande jamás contada, de George Stevens para privilegiar otras más lejanas  como las de Liliana Cavani o Pier Paolo Pasolini . Todo ello sin prejuzgar su calidad .

Igualmente el cine espiritual  parece tener que identificarse con el quietismo de Tarkovski o las aportaciones tangenciales de Gabriel  Axel o Louis Malle . Sin embargo hay mucho más espíritu y emoción cristiana en El Cid (Mann 1961 ) o El Alamo ( John Wayne 1960 ).

  En la primera Rodrigo Diaz de Vivar  ( magistral Charlton Heston ) en su destierro ayuda a un leproso solitario . Y este le responde “No hay un hombre en España que sea capaz de hacer jurar a un rey y dar de beber a un mendigo “ y después le bendice ( la leyenda cuenta que fue un angel vestido de leproso para probar su valor ). 

En la ultima noche de los sitiados en El Alamo , comienzan a hablar sobre la fe en la otra vida . Y uno de ellos pronuncia : Yo solo  puedo decir esto, Creo . No he encontrado argumentos para convencer a los incrédulos, pero yo Creo en un Dios Todopoderoso, todo clemencia y todo sabiduría . Y  creo que el bien saldrá triunfante y quedara derrotado el mal . Y creo y confío en el más alla .  A lo que otro de sus compañeros responde : Yo también. Supongo que hay que creer en estos principios si queremos creer en los seres humanos , en lo mejor de si mismos . En el valor, la honradez y el amor “.

  Un libro para disfrutar, para amar al cine y para reflexionar sobre la fe ,  nuestra fe .





lunes, 8 de febrero de 2021

BARCO ABANDONADO O LA TRAGEDIA DE SOBREVIVIR . Fernando Alonso Barahona





 Un buque de lujo sufre un accidente y los supervivientes se agolpan en un bote salvavidas. La situación se vuelve difícil y no hay lugar para todos. El segundo oficial jefe asume el mando tras la muerte del capitán y tiene que tomar una decisión tremenda: dejar que todos –incluidos inválidos y heridos– sigan en el bote o abandonar a los débiles para que los más fuertes puedan sobrevivir. El grupo es variopinto, un general del ejército, una cantante de ópera, un intelectual, un jugador de ventaja, una enfermera... Todos han de enfrentarse a un destino cruel, decidir quién debe salvarse, aunque eso suponga condenar a los compañeros menos afortunados. 

 

Richard Sale, oscuro pero interesante novelista, guionista y autor de series B tan extrañas como Málaga (1954)  o entrañables como Pero se casan con las morenas (1955), fue el director de Abandon Ship, una producción independiente de Ted Richmond (productor asociado en aquellos años con Tyrone Power), que se ha convertido con el paso del tiempo en una obra maldita, insólita, atrevida y absolutamente fascinante.

 

Cine minimalista que desarrolla su historia en el ambiente claustrofobia de un bote salvavidas en alta mar, cine psicológico (como Náufragos de Hitchcock, que plantea un escenario similar) que describe comportamientos de varios tipos humanos en una situación límite, y cine de ensayo y pensamiento por cuanto plantea un tremendo problema moral y ético: ¿es lícito dejar de prestar ayuda a determinadas vidas humanas para salvar al resto? Al fín y al cabo lo que el capitán decide en una aplicación de la teoría de Darwin es dejar a su suerte a los débiles para que los más fuertes puedan sobrevivir. Se supone que la alternativa –cuando se comprueba que no hay sitio ni alimento para todos– es la muerte de todos los supervivientes. Los debates morales no dejan de dibujarse en la película: el artista genial enfermo cuyo arte no sirve para sobrevivir, ¿ha de dejar su lugar al mediocre pero fuerte que podrá remar en el bote? La madre enferma separada de su hijo pequeño y abandonada en el mar… ¿para así salvar la vida del niño que se antoja más importante? Inquietantes los dramas morales.



Tyrone Power, en uno de sus más impresionantes –y poco conocidos– papeles dramáticos, encarna a la perfección al capitán que ha de tomar la decisión impelido no por su voluntad, sino por su propia responsabilidad como máximo mando de los supervivientes. Además el pulso no le tiembla cuando es herido y él mismo se excluye de los que deben salvarse ya que en ese momento ha dejado de poder valerse por sí mismo. Ty demuestra una vez más lo extraordinariamente buen actor que era aunque en su época algunos no se percataran de ello.

 

Como ya hemos apuntado además la película plantear otro conflicto inquietante, ante una circunstancia difícil no todas las cualidades sirven, el artista o el científico que no saben valerse por sí mismos o están heridos contemplan como no pueden utilizar su talento. Pero el analfabeto puede ser fuerte y resultar imprescindible para salvar la situación o su propia vida. Todo este cúmulo de reflexiones no olvida el componente moral: ¿Es lícito el sacrificio de una vida para salvar otras?, ¿puede el hombre suplantar la providencia divina? Por otra parte, la reacción de los hombres – masa, aquellos que se apuntan a la mayoría y luego cambian cuando aquella torna su signo, resulta descorazonadora y tremendamente efectiva.

 

La realización es perfecta, las interpretaciones crispadas y magníficas, con un excepcional Tyrone Power a la cabeza, y el descubrimiento de la actriz sueca Mai Zetterling. Destacan también Finlay Curie (San Pedro en Quo Vadis) y Lloyd Nolan, además de Stephen Boyd, un año antes de que lograra el papel de Mesala en Ben Hur. La película se rodó en Gran Bretaña, producida por COPA, empresa creada por Ted Richmond y el propio Ty Power. El titulo de rodaje (y de estreno en tierras británicas) fue Seven waves away.

 

Y a su término, la irónica jugada del destino que viene a poner sobre el debate una idea cierta y de honda raigambre moral: el ser humano no puede suplantar a Dios.

 

Es una película difícil de encontrar, pero acaba de ser editada en DVD. Merece la pena descubrirla, debatir sobre ella, interiorizar su formidable drama ético tan actual en nuestra vida contemporánea tantas veces carente de valores.

lunes, 1 de febrero de 2021

ALFREDO LANDA . RECUERDO DE UN ACTOR . Fernando Alonso Barahona

 



   

 “ En San Sebastián hice una función en el teatro, y cuando salí en el primer mutis y me aplaudieron, vi un destello, un relámpago que me inundó, y una voz me dijo: 'Tú tienes que ser cómico' “

ALFREDO LANDA . (Alfredo el Grande . La vida de un cómico ) .

 

 

   La muerte de Alfredo Landa ( 3 marzo 1933- 9 mayo 2013 ) deja de nuevo en soledad a cine español en unos meses trágicos en los que también han desaparecido grandes como José Sancho, Sara Montiel, Fernando Guillén, Aurora Bautista , Carlos Larrañaga  o Juan Luis Galiardo .

 

   Alfredo Landa  - nacido en Pamplona y Areta de segundo apellido como el detective al que daría vida en El crack - protagonizó varias décadas del cine español y como escribiera con agudeza Berlanga pocos actores en la historia del cine han sido capaces de crear un subgénero con su propio nombre, en este caso “el landismo “ . Y precisamente ese punto de gloria del que el propio Landa se enorgullecía se ha convertido en un obstáculo para su reconocimiento unánime a la hora de enjuiciar su trabajo profesional .

    El “landismo “ ha sido odiado por la crítica cinematográfica casi en bloque , pero como ha recordado Manuel Hidalgo , el menosprecio actual no es comparable a la auténtica saña con que fue recibido en los momentos de su apogeo por la misma crítica ( los antecesores de la misma ) y los jóvenes cineastas de aquel momento que aspiraban a hacer un cine personal o de autor .



  El tiempo , casi siempre juez sabio, suele poner las cosas en su sitio . El landismo, es decir las películas de comedia autóctona , gruesas y castizas que Landa – como José Luis López Vázquez , Manolo Gómez Bur y tantos otros protagonizaron en los ultimos años sesenta y primeros setenta – hizo a las órdenes de Mariano Ozores, Pedro Lazaga o Ramon Fernández , no pasarán desde luego a la historia del séptimo arte . Hasta ahí no hay duda, sin embargo es muy aventurado anular por completo su valor . Y no solo desde el punto de vista sociológico sino desde la óptica del mero divertimento . Puede que esa visión de Landa corriendo en paños menores detrás de rubias despampanantes no resulte demasiado presentable, pero algo en aquellas películas ha pervivido o al menos ha reflejado de nuestros propios demonios, cuando décadas después los índices de audiencia de las distintas televisiones o la venta de DVD aumentan cuando se emiten títulos como Cuatro noches de boda, entrañable comedia de  Mariano Ozores con Concha Velasco, Antonio Ozores  y una retahíla de inolvidables secundarios , Cuarenta grados a la sombra ,  Jenaro el de los 14, LA graduada,- con una espléndida Lina Morgan -  El reprimido, Vente a Alemania Pepe ( título premonitorio por cierto, una de losmejores del ciclo que dirigiera Lazaga  ) , película que hoy triunfa en las audiencias como el día de su estreno  o El alcalde y la política de Ozores , también de morbosa actualidad .

Y ello sin olvidar el inmenso fenómeno de taquilla que supuso No desearás al vecino del quinto, 1970 de Ramón Fernández disparatada comedia que aún hoy provoca risas tal vez culpables pero risas al fin y al cabo .

 


  Mariano Ozores , uno de los artífices del landismo , escribió en sus desternillantes memorias :

 

“Para tener el apoyo oficial en los años sesenta había que ser de izquierdas . Y yo no era de nada . Ahora, décadas después hay que seguir siendo de izquierdas . y yo sigo siendo de nada “ . 

 

    Curioso y sarcástico comentario que tiene un gran poso de verdad . En los años sesenta y setenta la Administración – y la crítica especializada – apoyaban el llamado “ nuevo cine español “ . Y ello pese a lo escaso de sus resultados ( los inicios de dos buenos directores como Manuel Summers y Mario Camus y algunas obras sueltas como La busca, de Angelino Fons y La tía Tula , de Miguel Picazo ). Poco más .

   Más sintomático resulta que lo indices de audiencia de las emisiones televisivas del cine popular de aquella epoca ( cualquiera de Landa o Paco Martínez Soria ) arrase sobre cualquier otro producto en boga del momento ( el Nuevo cine o la ignota Escuela de Barcelona ). Tal vez Don erre que erre ( 1967 ), Cuatro noches de boda o Cuarenta grados a la sombra .....merezcan mayor atención que la que siempre se les ha prestado . Tal vez reflejen una parcela del carácter nacional , o simplemente son divertimentos que continúan haciendo reir al espectador desprejuiciado .

 

 Claro que la miopía de la industria oficial y la crítica tampoco valoraron empeños del calibre de Los ojos perdidos, bello film romántico de Rafael García Serrano, EL salario del crimen, espléndido “thriller “ de Julio Buchs o la sardónica Verde doncella , de Rafael Gil .

Y es que Berlanga – uno de los más grandes - , Bardem ,  y Buñuel – otro gigante – nunca estuvieron solos . No podemos olvidar a Rafael Gil – de quien acabamos de recordar su centenario – José Luis Saenz de Heredia, Edgar Neville, Ladislao Vajda , Manuel Summers , Mario Camús , Juan de Orduña , José María Forqué , José Antonio Nieves Conde, César Ardavín .....

   El protagonista resumió así en sus memorias aquella etapa tan popular, amada y a la vez despreciada por algunos :  “  Fue un fenómeno sociológico", reconoció añadiendo : "En todos ellos he puesto ilusión, y a la ilusión no se le traiciona". “ . Sin duda un bello y sincero epitafio .

   Alfredo Landa sobrevivió al landismo , execrado por muchos pero luego homenajeado por Pedro Almodóvar en clave “ moderna “  , puesto al día ( con menos gracia ) por las hoy olvidadas comedias de “ la movida madrileña “  y sinceramente recreado por el maestro Berlanga en La vaquilla o Moros y cristianos .  En la primera Landa ofrecía un personaje mordaz dentro de una serie de tipos humanos profundamente berlanguianos y por así decir, derivados de la comedia típica y castiza española :los soldados de ambos bandos durante la guerra compartiendo aficiones, alimentos y toros por encima de sus diferencias ideológicas .

  Ya en su primera etapa Alfredo Landa había intervenido en obras maestras como El verdugo ( 1964 )  del mencionado Berlanga o en Atraco a las tres ( 1961 ) de José María Forqué , ambas en papeles secundarios pero muy brillantes . Y enseguida llegó otro título antológico : La niña de luto, 1965 una de las mejores obras del original Manuel Summers  : los avatares de una chica (María José Alfonso ) a punto de casarse que ha de posponer una y otra vez la boda por el luto al que se ve sometida por la muerte sucesiva de varios familiares .

 Al lado de Conchita Velasco brilló en La decente, 1970 comedia de Miguel Mihura llevada al cine con tino por José Luis Saenz de Heredia  y con Forqué hizo otra muy popular : Las que tienen que servir , con Gracita Morales y Manolo Gómez Bur , ambos inolvidables .

Ninette y un señor de Murcia ( 1965 ) fue una eficaz adaptación de Miguel Mihura a cargo de Fernando Fernán Gómez . Años después Garci incluyó a Landa en el reparto de la nueva versión de Ninette , protagonizada por Elsa Pataky y Carlos Hipólito . Y fue en este rodaje donde el autor de estas líneas tuvol el honor de conocer al gran actor . Lamentablemente problemas de salud le obligaron a abandonar la película ( fue sustituido por Fernando Delgado, otro ilustre veterano ) .




Y los títulos se agolpan, casi todos muy populares incluso en la actualidad cuando se emiten en las televisiones o en Cine de Barrio y sus secuelas . Así El alma se serena , 1969 de Saenz de Heredia, No somos de piedra, 1967 de Summers , Soltera y madre en la vida, 1969 de Javier Aguirre . Y esencias puras del “ landismo “ como Guapo heredero, busca esposa, 1972 de Luis M. Delgado, París bien vale una moza , 1972 de Pedro Lazaga , El reprimido , 1973 – uno de los emblemas del subgénero firmada por Mariano Ozores – o la curiosa Los pecados de una chica casi decente , 1975 también de Ozores .

   Se  suele decir que la nueva ruta de Landa como actor se inicia en El puente, 1976 de Bardem, una película muy sobrevalorada y – esta sí – con un interés meramente sociológico . Sin embargo los inmensos talentos de Landa como actor habrán de brillar en su colaboración con José Luis Garci, tal vez el hombre que mejor comprendió su manera de actuar llevandole al límite en El crack 1981- cine negro - ,   Las verdes praderas , 1978- comedia dramática que supuso el final y a la vez el punto más alto de la entonces popular Tercera Vía – y los intensos y bellos melodramas  :   Canción de cuna e Historia de un beso   

  Alfredo Landa se convirtió en el actor favorito del ganador del Oscar español (Volver a empezar )  y le ofreció personajes complejos y muy variados, el detective German Areta de las dos partes de El crack , desencantado, un punto cínico a escasa distancia del clásico americano Philip Marlowe .

El padre de familia trabajador y ahorrativo de Las verdes praderas que descubre la inutilidad de tanto esfuerzo si se va desperdiciando la vida sin disfrutar el día a día ,  o esas profundas miradas , cansadas pero llenas de amor que componen esos dos auténticos “ westerns” de sentimientos – como los definiera Garci – que son Canción de cuna e Historia de un beso . A su lado,  extraordinarias actrices jóvenes como Maribel Verdú , Amparo Larrañaga – en la primera -  y Beatriz Rico o Ana Fernández en la segunda .



   Y por supuesto, Mario Camus , otro de los directores importantes del cine español de las ultimas décadas , que le brindó un auténtico “tour de force “ interpretativo en Los santos inocentes , 1984 al lado de Paco Rabal , Terele Pávez y Juan Diego  . Es tal vez el papel más importante y reconocible para el espectador de su ultima etapa como actor , ese hombre pobre , honrado, sacrificado que arrastra sus heridas para servir incluso a costa de su dignidad logra realmente instantes conmovedores y revela su extraordinario talento interpretativo .

          Alfredo Landa triunfó en la TV ( aún se recuerda el éxito de Lleno por favor ), trabajó con directores jóvenes como Antonio del Real (El río que nos lleva. 1989 )  alcanzó exitos comerciales sobresalientes en El bosque animado 1987  , de J.L. Cuerda o Las autonosuyas  1983 de Rafael Gil, compartió talento con Berlanga , José Sacristán y multitud de actores clásicos  en la mencionada  La vaquilla – farsa ambientada en la guerra civil -  y bordó el personaje de Sancho Panza en el Don Quijote de Manuel G. Aragón junto a Fernando Rey que daba vida al ingenioso hidalgo . Alternó además restos del landismo como Aquí el que no corre vuela , 1992 de Ramón Fernández , comedia de situación : Por fín solos, 1994 de Antonio del Real con ensayos difíciles como La luz prodigiosa , 2003 de Miguel Hermoso . De todos salió bien parado . Como de la televisión ( la serie Tristeza de amor ) demostrando siempre su excepcional dominio de la escena y su carisma sobresaliente .

    Garci le proporcionó sus últimos grandes trabajos , Tiovivo c 1950 , (  2005 )  y   en 2007 : Luz de domingo  . Ya retirado escribió unas polémicas memorias : Alfredo el grande , en las que no se cortó a la hora de hablar mal de algunos compañeros de trabajo ( sobre todo el productor José Luis Dibildos , pero también Josele Román o incluso Gracita Morales ) . Las páginas autobiográficas en  forma de gran entrevista personal – al periodista Marcos Ordóñez - desgranaron mil anécdotas y pequeñas y grandes historias sobre el cine español . Costumbres sexuales de algunos, productores que compraban ellos mismos entradas de sus películas para engañar a las cifras oficiales, subvenciones dudosas, cambios de chaqueta políticos, la sombra de las drogas en algunos , estafas ...pero también deseos de vivir, ambición artística, personas honradas y un gran amor al cine . Verdadero o falso, todo se le perdonó porque su estatura era ya gigantesca como actor y como estrella .

 


 Alfredo Landa nunca protagonizó escándalos ; orgulloso de su familia , de su mujer y sus hijos, creyente y al margen de cualquier maniobra política fue capaz de concitar adhesiones diversas y lo que es más importante que muchos españoles se sintieran identificados con su personaje, con su sinceridad, con sus errores y defectos pero también virtudes . No es flaco mérito para un actor que no precisó ser un galán o convertirse en actor de carácter para llenar una pantalla . Sus gestos, su simpatía, su carisma y una mirada entre ingenua y penetrante , siempre sincera , hicieron el milagro .

   En 2007 la Academia de cine le concedió un justo Goya de Honor, reconocimiento a toda su trayectoria.  Y Landa se refugió en los recuerdos, trató de combatir la fragilidad de su salud, siguió jugando al mus, preparando cocteles originales permitiéndose además una saludable incorrección política :

"sólo hay media docena de señores con talento, que lo hacen bien"- declaro sobre el cine español contemporáneo explicando a continuación que el  desencuentro con el público se debía a que "les damos morralla".

     Los grandes actores no se despiden, por eso Alfredo Landa está presente mientras el cine continúe viviendo  en nuestros recuerdos y en nuestros corazones .

 

 

 

 

 

 


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