LA RAZON CONSERVADORA
Pedro C González Cuevas , experto en la historia de los movimientos
intelectuales conservadores en España – aunque en sus muy interesantes libros
no ha mencionado nunca aportaciones mías como “La derecha del siglo XXI “
(Royal Books 1993 ) o “Políticamente incorrecto “ (Eiunsa 1998 )- ha publicado
una exhaustiva biografía política e intelectual de Gonzalo Fernández de la
Mora ( junio 1924- febrero 2002 ).:
La razón conservadora (Biblioteca
Nueva , 2015 )
Tuve el honor de
conocer a don Gonzalo a la altura de 1991 y mis primeras publicaciones en
revistas de pensamiento fueron en Razón Española ( LA mentira del socialismo,
El cine español en la era de Franco ). Coincidí después con él en varias
ocasiones, en comidas , reuniones . El
título de “ La derecha del siglo xXI “, por cierto se debe a sugerencia de De
la Mora ya que yo en el borrador contaba con el de “Liberal Conservador “, sin
duda menos sugerente .
Pude colaborar
después en el volumen de homenaje : Razonalismo, ( 1994 ) y asimismo en el volumen homenaje a De La Mora
con ocasión de su fallecimiento .
Me prestó libros para la realización de algunos de mis
ensayos, y me hizo el honor de acudir, en septiembre de 1998, a la presentación
de mi «Políticamente incorrecto», en la Biblioteca Nacional (Luis Alberto de
Cuenca y Aleix Vidal Quadras fueron los presentadores del evento).
Ahora guardo sus tarjetas como un recuerdo si cabe más
emotivo. Y vienen a la mente aquellas conversaciones con ese gran editor que
fue Francisco Vega (fallecido en octubre de 2001) en las que planeábamos (pero
nunca llegamos a poner en práctica) ofrecer a don Gonzalo la edición en libro
de sus glosas sobre el razonalismo, todo un tratado de antropología y filosofía
para el mundo contemporáneo.
Su producción literaria es inmensa y abarca desde la filosofía
humana y profunda de El hombre en desazón,
hasta la brillantez de El Estado de obras o el clásico El crepúsculo de las ideologías, por no hablar de Ortega y el 98 o La envidia igualitaria. El legado de su vida resplandece en las
páginas de su libro de memorias Río Arriba» (con testimonios esenciales de su
época, de su etapa ministerial, su visión de Franco o los años duros de la
fundación de Alianza Popular, hoy Partido Popular) y el de su obra en los miles
de páginas de sus ensayos o en la revista «Razón Española», su último gran
empeño intelectual.
Fiel a sus principios, brillante pensador, eficaz ministro
de Obras Públicas (contradiciendo, por una vez, el conocido aserto de que el
buen intelectual es un mal gestor) dedicó su vida al trabajo del pensamiento y
quiso ser – como Cuevas señala con acierto – una guía para sus contemporáneos
en la estela de Menéndez Pelayo y Ramiro de Maeztu dos de los pensadores más
admirador por el autor de “El crepúsculo de las ideologías “ .
Fernández de la Mora, uno de los mejores pensadores de la
derecha moderna, anticipó casi todo lo
que ha ocurrido primero en España y luego en el mundo. Vaticinó el crepúsculo
de las ideologías –PP o PSOE solo defienden unos valores convencionales,
incluso electorales, no ideologías-, vaticinó la agresividad del sistema de
autonomías nacionalistas y tendentes a un separatismo cada vez más acentuado y
voraz, vaticinó la corrupción del sistema de partidos y vaticinó la debilidad
de los líderes actuales, cuyo esfuerzo se enfoca exclusivamente a mantenerse en
el puesto el máximo tiempo posible.
El pensamiento de Fernández de la Mora queda
pormenorizadamente diseccionado en el completo libro de González Cuevas y
anteriormente en la primera tesis
doctoral sobre su obra, realizada por el
profesor y amigo Luis Sánchez de Movellán.
Mariano Rajoy, junto a su esposa, Federico Trillo y la
desaparecida Loyola de Palacio, fueron los únicos representantes del Gobierno
de José María Aznar que estuvieron en el entierro de Gonzalo Fernández de la
Mora un febrero de 2002. “La razón
conservadora” nos desvela los motivos . Rajoy – pocos lo sabían – llegó a
militar en la tradicionalista Unión Nacional Española, el partido presidido por
De la Mora luego integrado en la Federación de Partidos de Alianza Popular.
Loyola de Palacio , por su parte , fue una de sus más jóvenes y eficaces
colaboradores en aquellos años complejos .
Las etapas creativas
y vitales del escritor y hombre de Estado tienen perfiles definidos :
Primera etapa :
hasta 1964 aproximadamente . se caracteriza por el pensamiento tradicional
español abierto sin embargo a la influencia de Ortega ( aunque De La Mora nunca
congeniara con un grande de la filosofía española contemporánea como Julián
Marías, el más dotado – pese a lo que opina Cuevas – de los discípulos de
Ortega . Y el más brillante y completo . Zubiri y D.ors son también notables
influencia en un joven De la Mora que llega a formar parte del Consejo Privado
de Don Juan, que cree firmemente en la Monarquía llegando a ser detenido en una
algarada monárquica de aquellos años . De La Mora colabora en numerosas
revistas de pensamiento y en las páginas de ABC publica una serie de
artículos y críticas sobre lo mejor de
los libros de la época . Los tomos de su Pensamiento Español ( con
independencia de que se pueda discrepar de algunos matices u opiniones )
constituyen un formidable esfuerzo por construir una alternativa intelectual
conservadora .
Segunda etapa :
hasta 1979 . Es la de sacrificio político en el sentido de que para un hombre
que centraba su visión en la política de las cosas y no en las cosas de la
política fueron unos años de servicio que le alejaron un tanto de la creación
pero que a cambio le permitieron participar de forma activa en la vida pública
. Junto a Lopez Rodó redactó la ley orgánica del Estado ( aprobada luego en
1967 ) fue subsecretario en el
Ministerio de Asuntos exteriores con López Bravo y ministro de Obras Públicas
desde 1970 a enero 1974 ( los últimos seis meses en el Gobierno de Carrero
Blanco hasta su asesinato ). Después fue elegido presidente de UNE, se integró
en la AP de Fraga y fue diputado por Pontevedra en las elecciones de 1977 .
Fiel a la obra de Franco optó por su continuidad perfectiva intentando
conservar el Estado de Obras que era – cual eficacia rotunda de la gestión – su
principal cualidad según el pensamiento de De La Mora .
El apoyo a la
Constitución de Fraga le separó de AP y fundó junto a Silva Muñoz una efímera
Derecha Democrática Española . Tras su desaparición abandonó la política de
forma definitiva .
Tercera etapa :
de 1980 hasta su fallecimiento en 2004. Los años del gran empeño de Razón
Española, una revista intelectual conservadora independiente y profunda . El
éxito de sus memorias : Rio Arriba , galardonada con el Premio Espejo de España
(Planeta ), Y ese libro profundo de filosofía realista, un tanto desencantada y
en absoluto reaccionaria que es El hombre en desazón , tal vez su mejor obra
junto a El crepúsculo de las ideologías .
En las páginas de
“La razón conservadora” desfila un De la Mora auténtico, con sus multiples
virtudes, su afán de pensador, su valor y honestidad y sin dejar a un lado los
desenfoques y errores que pudo cometer . En este sentido las páginas del libro
son objetivas, completas, como un acta notarial de los principales avatares de
toda una existencia humana .
De la Mora fue buen
amigo de Anson – cuando ambos eran correligionarios – de Gustavo Bueno, conoció
a fondo a Pérez Embid, a Vallet de Goytysolo, Aranguren ..y mantuvo
interesantes conversaciones con Dionisio Ridruejo . Y en su ultima etapa
nombres como Ricardo de la Cierva, Angel Maestro o Juan Velarde jalonaron sus
rutas intelectuales . En realidad fue protagonista de una etapa que hoy muchos
quieren olvidar y por tanto también de sus protagonistas , fueran Don Juan y
Fraga , Carrero y Franco, Tierno Galván o el propio Juan Carlos I ( de quien se
decepcionaría por completo igual que de la propia Monarquía ).