Tragedias de las vidas hermosas y arriesgadas!
El hombre vulgar, que lee estas vidas
al amor de la chimenea encendida, rodeado de sus hijos, o degustando el coñac
con los buenos amigos, ignora, seguramente, que el gran hombre a quien envidia
hubiera sido también feliz con esa vida sencilla y que si quedó solo, en la
intemperie de la noche y de los combates, fue rasgándose el corazón.
Porque hay que escoger entre la obra
y la felicidad. Y José Antonio optó por la primera. A todos nos gustaría
conquistar el Perú, pero a condición de poderlo contar aquella misma noche a
los amigos. Porque José Antonio era un amigo magnífico, lleno de humor, de
imaginación, de ironía, de frases; cogía una conversación a ras del suelo y la
elevaba, sin pedantería, hasta las nubes.
AGUSTIN DE FOXA (
sobre José Antonio Primo de Rivera )
Tan
solo la ignorancia o el sectarismo pueden llevar a una comisión burocrática de
Madrid o de cualquier otro lugar a pedir
la desaparición de Agustin de Foxa del recuerdo y la memoria . La obra queda por encima de los avatares del
tiempo , y el talento, se haya llamado uno Ezra Pound, Serguei Eisenstein,
Pablo Neruda , Celine , Curzio Malaparte o Mario Vargas Llosa .
Y por supuesto Agustin de Foxa ( 1903-1959 )
del que Francisco Umbral dejara un magnífico retrato entre literario y personal
.
. “Era vasto, gordo, exquisito,
dandy, cínico, culto y brillante. En mi novela “Leyenda del César Visionario”,
calificada por “Abc” como “la mejor novela sobre la guerra civil”, saco a Foxá
en Salamanca y Burgos, en el grupo de los laínes, que, como bien dice mi
querido Eduardo Haro Tecglen, son el germen de lo que luego se llamaría el
Movimiento: la Falange, el fascismo. La faceta que más me interesó siempre de
Foxá fue la de articulista, que era o iba a ser lo mío. Foxá abunda en el
artículo descriptivo -desde la otra orilla-, como descriptivo es lo mejor de su
gran novela fascista, “Madrid de Corte a checa”. Pero hay, asimismo, un Foxá
reflexivo, irónico, despectivo, meditador, wildeano, que es el que nos dice:
“Tengo el puesto ideal. Embajador de una dictadura (la de Franco) en una
democracia. Disfruto de ambos sistemas. Profundizó la Europa de las grandes
guerras, hasta intimar con Malaparte, que le saca en sus novelas.
Agustín de Foxá y Torroba nació en amdrid el 28 de febrero de 1906 fue poeta, novelista, periodista y
diplomático . Ostentó los títulos nobiliarios de tercer Conde de Foxa y cuarto
marqués de Armendáriz .
El estudioso Luis Sagrera , al abordar el análisis de su obra reconoce
«corría el peligro de sentirme
desorientado por las afirmaciones y silencios que rodeaban a la polémica figura
de Foxá, objeto de apasionadas y opuestos puntos de vista. He tratado de
superarlos recordando que de él podría decirse lo que Clouard escribió sobre
Alejandro Dumás: “Se le ha reprochado haber sido divertido, fecundo y prolijo
¿Habría ganado algo con ser aburrido, estéril y avaro?”»
La trayectoria literaria
de Foxa se inició en la poesía con el
libro El toro, la muerte y el agua(1933), en el que se
muestra seguidor de un modernismo tardío. Posteriormente publicaría La niña del caracol (1933), obra en la que retoma
las formas de la poesía popular. En sus otros dos volúmenes de versos, El almendro y la espada (1940), y El gallo y la muerte (1948), se alternan
composiciones intimistas con otras donde se exalta el heroísmo y la guerra.
Su obra se desparrama en artículos brillantes
en prensa y en una manifestación oral – cual los juglares – que proclaman todos
los que le conocieron y lamentan las generaciones posteriores a las que solo
han llegado retazos en forma de anécdotas .
Foxa escribió Madrid de corte a checa, tal vez la mejor novela de la guerra –
junto a La Fiel infantería, de Rafael
García Serrano - un fresco coral sobre
varias décadas de historia de la ciudad y que narra con descarnada prosa los
crímenes de las checas comunistas en
aquellos turbulentos meses de 1936 y 1937 . Excesivo para los sectarios de la
llamada memoria histórica . Pero era y es una espléndida novela y sus continuas
reediciones hablan de su interés y talento . Concebida como el primero de una serie
de episodios nacionales que no continuó, es expresión directa de su militancia
política y en ella se recrean los últimos tiempos de la monarquía, los años de
gobierno republicano y el período revolucionario anterior al alzamiento
militar.
En
sus páginas ajusta cuentas con muchos autores republicanos y nos deja alguna
perla memorable sobre los milicianos
: “Llevaban
una vida divertida . Por las mañanas tomaban el aperitivo en Chicote . Así se
comproba que no odiaban a los señoritos, sino que querían ser ellos los
señoritos : en realidad no eran marxistas sino envidiosos “.
Agustin de Foxa fue uno de los intelectuales
y artistas mas cercanos a Jose Antonio Primo de Rivera, lo que Manuel Penella
llamara “ La corte literaria de Jose Antonio “ . Lugar
para el recuerdo es Or Konpón, en Miguel
Moya 4. En el piano de este restaurante, que antes se había llamado Troika,
nació el Cara al Sol. La
música es de Juan
Tellería y en la letra participaron fundamentalmene José Antonio Primo de Rivera,
Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo, Rafael Sánchez Mazas .
Agustin de Foxa fue también poeta , escribió poesía de gran calidad y una extraña y original obra de
teatro : Cui-Ping-Sing».
«Es un juguete orientalista en verso libre
–explica Luis Alberto de Cuenca–. Está muy influenciado por los versos de Pablo
Neruda. Es una historia con inolvidables versos de amor». Trapiello la define
como «una fantasía chinesca» en la que se lee la sombra de Casona, Lorca o los
Machado.
Tras la guerra Foxa pasa años en Italia (
destinado en Roma ) en Helsinki , disfruta de la amistad de Curzio Malaparte , asombra
a todo el mundo con su brillantez, su sarcasmo inteligente y una agitada vida
personal y social que a nadie deja indiferente .
En 1947 es nombrado Consejero Cultural en
Buenos Aires y desde allí y junto a Leopoldo Panero, Antonio Zubiarre y Luis
Rosales viajan por toda Hispanoamerica en viaje cultural y diplomático . En abril de
1950 es nombrado secretario de la embajada de España en La Habana y
posteriormente en Manila . Pero la enfermedad ya acechaba su cuerpo . Regresará muy debilitado a Madrid donde muere
el 30 de junio de 1959 .
En 1994 Andrés Trapiello se interesaría por el
personaje en su célebre ensayo sobre la cultura en la guerra civil
española, Las armas y las letras, rescatando del olvido al
fascinante artista de las grandes ocurrencias y provocando que Madrid de corte a checa volviera a reeditarse en diferentes ocasiones.
Dos muestras de su poesía – en la
que no faltaron romances en honor de los soldados nacionales durante la Guerra
– proclaman la belleza de su escritura :
CUI PING
Tú fuiste, Cui-Ping-Sing, todo lo claro,
el cisne o la ceniza.
Yo fui todo lo oscuro,
la raíz, la tortuga.
Tus pechos
son dos nidos calientes,
tejidos en la rama de un almendro...
el cisne o la ceniza.
Yo fui todo lo oscuro,
la raíz, la tortuga.
Tus pechos
son dos nidos calientes,
tejidos en la rama de un almendro...
MELANCOLÍA DE DESAPARECER
Y pensar que después de que yo me muera,
aún surgirán mañanas luminosas,
que bajo un cielo azul, la primavera,
indiferente a mi mansión postrera,
encarnará en la seda de las rosas.
Y pensar que, desnuda, azul, lasciva,
sobre mis huesos danzará la vida,
y que habrá nuevos cielos de escarlata,
bañados por la luz del sol poniente
y noches llenas de esa luz de plata,
que inundaban mi vieja serenata,
cuando aún cantaba Dios, bajo mi frente.
Y pensar que no puedo en mi egoísmo
llevarme al sol ni al cielo en mi mortaja,
que he de marchar yo solo hacia el abismo
y que la luna brillará lo mismo
y ya no la veré desde mi caja.
Y pensar que después de que yo me muera,
aún surgirán mañanas luminosas,
que bajo un cielo azul, la primavera,
indiferente a mi mansión postrera,
encarnará en la seda de las rosas.
Y pensar que, desnuda, azul, lasciva,
sobre mis huesos danzará la vida,
y que habrá nuevos cielos de escarlata,
bañados por la luz del sol poniente
y noches llenas de esa luz de plata,
que inundaban mi vieja serenata,
cuando aún cantaba Dios, bajo mi frente.
Y pensar que no puedo en mi egoísmo
llevarme al sol ni al cielo en mi mortaja,
que he de marchar yo solo hacia el abismo
y que la luna brillará lo mismo
y ya no la veré desde mi caja.
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